El lunes 31 de mayo era el último día para que sindicatos y patronal intentasen ponerse de acuerdo, algo en lo que están desde hace más de dos años. La vicepresidenta Salgado primero y el presidente Rodríguez-Zapatero después, han ampliado el plazo hasta la próxima reunión de la Unión Europea, en una clara muestra de la indecisión que caracteriza a este gobierno, al menos en cuanto a medidas económicas se refiere.
Parece que el escollo más importante son los días a contabilizar en el caso de despido improcedente. En la actualidad son 45 días, parece que estarían de acuerdo en fijarlos en 33 días por año trabajado, pero el presidente ha lanzado un globo-sonda con 20 días -¿quién da más?-.
Aunque la indemnización en caso de despido es muy importante para un trabajador, creo que en estos momentos en que el desempleo es tan amplio, las medidas fomentadoras de empleo debían ser las estrellas en la negociación. ¿Será ésta otra oportunidad perdida?
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